La espiritualidad que enfrenta el miedo, la fatiga y el desánimo
“Llegó adonde había un solitario árbol de retama y se sentó a su sombra… El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». Elías se levantó, comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. Allí pasó la noche en una cueva”, 1 R 19: 4-9Elías fue un profeta que en un determinado momento tocó fondo, 1 R 19. Luego de una gran victoria, él recibe una amenaza de muerte – el miedo, el cansancio y la depresión invadieron su vida
Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Camino todo un día por el desierto y finalmente se sentó a la sombra de un "arbusto", frustrado, agotado y abatido. Debajo de la sombra de este pequeño arbusto, Elías grita “¡Estoy harto, Señor!, quítame la vida". Y luego se duerme
Elías nos recuerda que las personas de fe y obedientes ante Dios, no son inmunes ante circunstancias adversas donde nos invade el temor y sucumbimos a sus efectos negativos como ser la fatiga y el fracaso. ¿Has sentido alguna vez que sobrepasaste tus límites al momento de enfrentar algo difícil en tu vida?
El pasaje nos habla que aparece un lugar de reposo, "un solitario árbol de retama" como la provisión de Dios. Este insignificante arbusto, se convierte en un lugar donde se desvanece el abatimiento, y la vida de Elías comienza a ser renovada
Mientras que Elías duerme debajo del arbusto, Dios manda un mensajero en forma de ángel para hablarle (dos veces) y darle lo que necesita: “Levántate y come, porque te espera un largo viaje.” Esto le permitió llegar al monte de Dios
El miedo puede debilitar, paralizar y hacer huir. Gracias a Dios, el miedo no fue el fin de la historia de Elías, de hecho, el miedo no tiene que ser el final de nadie y tampoco el de nuestra propia vida
Dios provee lugares de reposo y mensajeros. Esos son lugares donde el cuerpo, alma y espíritu son renovados por la provisión de Dios
Dios es bueno, poderoso, nos da seguridad y confianza. Entonces, podemos descansar
Carlos Scott